¿Por qué estudiar filosofía?
Quienes estudian filosofía se adentran en el universo conceptual de las preguntas que han ocupado a los seres humanos por milenios, lo cual posibilita entrar en conversación con algunos de los pensadores más grandes de la humanidad. Debe advertirse, sin embargo, que no se trata solamente de recibir información acerca de estas discusiones y preguntas, ni de repetir mecánicamente las ‘doctrinas’ de los filósofos. Más que aprender filosofía, según el muy citado decir de Kant, de lo que se trata es de aprender a filosofar. Esto quiere decir que se debe aprender a plantear preguntas filosóficas y que se debe adquirir la habilidad de ocuparse de problemas filosóficos que han sido discutidos desde antiguo, pero que siguen teniendo relevancia actual. En cada época, la filosofía recoge las preguntas más acuciantes que han ocupado a pensadores y científicos, y se trata también de una tarea filosófica el poder determinar cuáles son los problemas de nuestro presente.
En este sentido, las habilidades que se adquieren mediante el estudio de la filosofía son altamente relevantes en la actualidad. Sobre todo, porque mediante el estudio de la filosofía se adquieren competencias que nunca se vuelven obsoletas:
· La habilidad de pensar y escribir claramente.
· De argumentar y contra-argumentar con precisión conceptual y claridad lógica.
· De explicar ideas complejas y de desglosar analíticamente argumentos.
· De distinguir falacias y pensamientos espurios.
· De trazar conexiones e implicaciones entre las ideas.
· De tener conciencia de la historia de los conceptos y de sus muchas transformaciones.
· De analizar críticamente los problemas.
· De desafiar la ortodoxia y el dogmatismo.
· De poner en tela de juicio toda mixtificación y de reconocer estrategias ideológicas.
· De colocar las discusiones en un contexto más amplio.
La anterior lista de competencias y habilidades fundamentales, confirma que la filosofía nunca puede ser irrelevante y que puede aplicarse a múltiples ámbitos científicos y profesionales. Es usual que las destrezas teóricas adquiridas con la filosofía permitan a distintos profesionales profundizar su conocimiento en las distintas áreas del saber en que han sido formados. Por ello, estudiar filosofía enriquece la vida de aquellos que se dedican a ella profesionalmente, pero también la de quienes se acercan a ella para aprender más sobre lo que que ha sido pensado y lo que merece pensarse.
La filosofía como una fuerza de la humanidad dice lo más positivo de sí misma en tanto no deja ningún ídolo en pie. A veces, incluso, derriba también los ídolos que se hacen pasar por pensamiento. En el primer artículo en la Revista de Filosofía de uno de los personajes históricos de la Escuela, Constantino Láscaris, se lee:
El rapto por la filosofía es consolación ante la muerte, pero no ante la vida, pues filosofar es abrir demasiado los ojos y ver lo que habitualmente sólo se entrevé: la vacuidad de nuestra racionalización de nuestro mundo. (“Mi primer testamento”)
La Escuela de Filosofía de nuestra universidad es el lugar ideal para acercarse a la filosofía en Costa Rica. Es la Escuela más vieja y más prestigiosa en nuestro país y ha sido la casa de algunos eminentes pensadores nacionales.
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